..--**Otras es el mundo quien me tumba y me observa a mi**--..

Ay mi madre!!

viernes, 4 de junio de 2010

No sé en qué momento de nuestra vida una mujer es capaz de convertirse en una madre coraje.

Quizá en el momento en que se entera de que está embarazada, o cuando al fin ve esa carita, o cuando en el día a día se da cuenta de lo importante que es su papel en la vida de otra persona, cuando se da cuenta de que es la indispensable.
He visto a lo largo de mis 25 años a mi madre defendernos con uñas y dientes, no sólo a mi hermana y a mí, también a mi padre.
He aprendido de ella el valor que ha de tener la familia, esa unión.
He aprendido que ella siempre está ahí, y que siempre ha estado.
He aprendido a que cuando queremos algo, hay que luchar hasta conseguirlo.
He aprendido a dejar ir lo que me hace daño.
He aprendido a que no siempre la vida es justa, pero que de todo se sale.
He aprendido lo valioso que puede ser un abrazo cuando se necesita, y cuando no..también.
He aprendido a dejar de llorar con una sola frase suya: "no merece la pena que llores", porque en verdad, no lo merecía.

Ha sabido darme la libertad suficiente para elegir mi camino, para elegir mi vida, manteniéndose siempre ahí para enderezarme si hacía falta, pero siempre en mi camino.

Tiene un poder maravilloso de mantener nuestra familia unida.

Me gusta cuando canta sus canciones de siempre, como la zarzamora, cambiándoles alguna palabra. Porque si, porque a ella le da la gana, porque le pega más.
Me encanta cuando llega de la batuka y me hace el baile en el salón, con todo el salero que maneja.
Tiene mil detalles capaces de hacerme sonreír en cualquier día gris.

Es la persona más importante de mi vida. Y esa es la mayor suerte que he podido tener.